La vida debe ser como el curso de un río. Siempre buscando lo más cómodo para llegar a su objetivo, si encuentras una piedra bordéala, ¿una cuesta arriba? Bájala, ya habrá otro camino. Ese obstáculo podría ser el objetivo de otro… Actúa como creas en cada momento, gira repentinamente, calma tus aguas, enfurece y desbórdate, ¿te acuerdas de aquel lobo que bebió de tus aguas? Ahógalo si hace falta, pero tú llega al mar.
Sólo debes acordarte de aquellos afluentes que te dieron fuerzas para continuar, o de aquel en el que desembocaste, ¿para ayudarlo? Mentira: Para llegar al mar, pero no te preocupes, porque otros abusaron de ti.
En fin, esa es la vida, hagas lo que hagas y como lo hagas se aprovecharan de ti. Esto es la vida de hoy, así que haz lo que te dé la gana… pues tus afluentes estarán siempre dispuestos a volcar sus aguas sobre ti.
Leo Schlegel.